DOCTRINA PARTIDARIA

Todo es posible,
excepto no hacer nada!

Nuestro Ideario

La profunda crisis por la que atraviesa nuestro país, pero muy particularmente la crisis de valores, con la consecuente y aguda falta de credibilidad de la clase política y de las instituciones tutelares de la nación, hace urgente que todos los peruanos de buena voluntad aportemos los mejores dones y talentos que Dios nos ha dado y hagamos el mayor esfuerzo posible para participar, pero firmemente fundamentados en los principios morales y éticos de la eterna Palabra de Dios.

Participar, es la única manera de restaurar la salud de la nación, deteriorada por estructuras injustas, por la discriminación, la marginación y, en los últimos años, por el terrible cáncer de la corrupción con sus secuelas de empobrecimiento económico y moral de la nación.

Es por ello que el año 2000, iniciamos el proceso de formación de un partido político con valores y principios de nuestra fe cristiana, y con la aspiración de que sea un espacio donde los ciudadanos, con vocación de servicio a Dios y a la nación, puedan ser convocados, capacitados y llamados a cumplir una labor que sea realmente de bendición para nuestra patria.

Este partido se llama RESTAURACION NACIONAL, cuyo mismo nombre define nuestra razón de ser y señala nuestro derrotero político. Esta es la visión de Dios en nuestros corazones, que perseguiremos con fe y pasión.

Nuestros principios están
en nuestras creencias...

Creemos que la democracia es la forma de organización política y social, que permite el ejercicio de los derechos fundamentales tanto individuales como sociales, dentro de un proceso de convivencia armónica, libre y solidaria.

Creemos en una democracia participativa, y que el Estado y la sociedad son responsables de establecer mecanismos efectivos de participación y corresponsabilidad ciudadanas en las decisiones del Estado.

Creemos en la defensa de la vida y el sostenimiento de la paz. Rechazamos toda acción destinada a generar o alentar conflictos internos o externos. Por ello consideramos que es responsabilidad mancomunada del Estado y la sociedad la construcción de una cultura de paz y de mutuo respeto.

Creemos en la plena comunión entre ética y política, de manera que los hechos no estén divorciados de la palabra y de los principios en la función pública.

Creemos que la función pública es un servicio social, que lo asumimos con la disposición de servir y no de servirnos de ella, como un apostolado y testimonio de nuestro compromiso con el país.

Creemos en un desarrollo capaz de atender las necesidades de todos los sectores, integrándolos en un justo orden social; que respete los derechos de trabajadores y empresarios por igual.

Creemos en la necesidad de una recta administración de justicia, que garantice los derechos de todas las personas sin distinciones de ninguna clase.

Creemos en la familia, como núcleo fundamental de la sociedad y forjadora de valores.

Creemos que la acción política debe comprometer la participación de todos: jóvenes, adultos, hombres y mujeres de todos los sectores sociales, y realizar así un verdadero proyecto de desarrollo nacional, alentándose la solidaridad y el esfuerzo colectivo indispensables para construir una nación restaurada y reconciliada.

Nuestra visión de país,
es la que todos anhelamos...

Un país con una democracia consolidada,
donde los ciudadanos participen conscientemente en la vida política del país;
donde sus líderes políticos representen auténticamente las aspiraciones de la ciudadanía y asuman el compromiso de trabajar con ética para lograr el desarrollo del país,
donde los gobernantes y gobernados respeten y hagan respetar la Constitución y las Instituciones fundamentales que lo conforman y se promueva y garantice el respeto irrestricto de los derechos humanos, la libertad de expresión, ideas y cultos siempre que no afecte valores morales ni altere el orden público.

Un país que tenga un Estado moderno, normativo, fiscalizador, promotor y servidor, con plena autonomía de poderes y cuya dimensión, se adecue a las necesidades reales de funcionamiento dentro de un marco de eficiencia y eficacia.

Un país donde el sistema de justicia cumpla sus funciones, con absoluta autonomía, eficiencia y equidad garantizando la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley.

Un país que tenga un sistema educativo basado en la formación de valores. que promueva el desarrollo integral de la persona humana, su preparación para la vida y el trabajo, fomente la solidaridad, el respeto y la formación de su identidad.

Un país descentralizado, que busque convertir las regiones en polos de desarrollo; donde las organizaciones políticas, regionales y locales, desarrollen sus actividades respetando la identidad y valores culturales de sus pueblos.

Un Estado promotor y fiscalizador de los procesos de creación de riqueza, que promueva el desarrollo sostenible y sustentable, en el marco de una economía de mercado.

Un país con estabilidad económica, jurídica y política, donde la empresa privada sea la fuerza impulsora, y el crecimiento sostenido del estado sea más eficiente en la atención de las áreas de salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura.

Un Estado soberano, insertado plenamente en el contexto internacional, que promueva y lidere los procesos de integración regional y con otros países, basándose en los mecanismos de la diplomacia y en el respeto de las normas de derecho internacional.

Un Estado con una sólida moral nacional, generadora de acciones sociales colectivas que coadyuven a la consecución de nuestros Objetivos, a través del consenso nacional y la cooperación en los temas fundamentales que afectan la vida nacional.

Un país orgulloso de su cultura, abierto a la cultura global, un estado que conserve y proteja su patrimonio cultural y medio ambiente; poseedor de una cultura ecológica y que promueva y lidere el concepto de defensa nacional y global contra los desastres naturales y de los producidos por el hombre.

Un Estado que garantice la vida de sus ciudadanos en un ambiente de paz y seguridad ciudadana con una Policía Nacional profesional y respetada; y que garantice la soberanía, integridad territorial e intereses económicos con Fuerzas Armadas disuasivas, modernas y altamente profesionales, las que a su vez contribuyan significativamente en el desarrollo.

Nuestro compromiso está en la fe...
de que todo es posible!

Restauración Nacional nace con un principio fundamental:
llegar al gobierno, no para beneficio propio o de grupo,
sino de toda la nación sin distingos de ninguna clase
;
no para ser servidos, sino para servir;
no para dejarse arrastrar por la cultura de corrupción,
sino para ser un motor poderoso para su erradicación;
no para hacer del aparato estatal una agencia exclusiva de empleos para sus simpatizantes,
sino para reunir al mejor equipo posible de técnicos a fin de impulsar nuestro país hacia la prosperidad;
no para imponer nuestra fe,
sino para aportar con los valores de la Palabra de Dios en la construcción de una nueva República verdaderamente solidaria y digna, "donde todos los peruanos vivamos en paz", y podamos alcanzar los anhelos de nuestro corazón...
Y lo lograremos con la ayuda de Dios y la participación responsable y decidida de todos los ciudadanos de buena voluntad.


Presidente del
Comité Ejecutivo Nacional

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